Imagínate que te encuentras rodeado de la inmensidad de las motañas, imagínate atrapado por su fuerza, por su calidez y pureza. Deja que tu mente memorice esa imagen y déjate seducir por las caricias del aire que se cuela a través de sus entrañas. Imagina que tu cuerpo de repente se eleva dejándose cautivar por sus caricias mientras te arastra hacia el interior terciopelado de las nubes. Imagina el continuo goteo de sensaciones, únicas, que crecen tímidamente del simple gesto de respirar. Imagínate rodeado de toda esa ternura, de esa paz y fuerza.
Ahora es el momento, deja de imaginar, coge mi mano y busca en el interior de tu corazón. Deja que sienta en mis manos, en mi piel el borboteo de tu sangre, deja que el tacto de tus manos firmes y suaves me guíen hacia tus sueños. Imagínate, imaginándote.